A pesar de que la pandemia del COVID-19 ha frenado abruptamente la actividad económica en muchos sectores industriales, algunas industrias han incrementado su volumen de producción. Se trata de las industrias esenciales como la alimentación, los equipos de protección, el instrumental médico y otros.
De cualquier manera, a pesar de que la pandemia obliga a trabajar en condiciones inusuales, estas condiciones no pueden servir de excusa para ignorar los habituales procedimientos de control de calidad y de riesgo. Los fabricantes, ahora más que nunca deben ser muy precavidos y vigilantes, especialmente en las áreas de seguridad laboral y mantenimiento de equipos.
Revisamos los principios que guían la preparación, planificación y optimización de los trabajos de mantenimiento y sus técnicos para satisfacer las necesidades de la producción incrementada en un período de complejidad como el actual.
Entrenamiento y concienciación en los efectos del COVID-19.
Es necesario mantener todo el equipo de mantenimiento puntualmente informado al respecto de los hechos referentes a los efectos del COVID-19, síntomas, vías de afectación y precauciones a contemplar.
El COVID-19 pertenece a una familia de virus cuya transmisión generalmente se da a través de las partículas fluidas expulsadas por la tos o estornudo de los individuos infectados. Los individuos expuestos pueden ser contaminados si las partículas fluidas entran en contacto con sus mucosas (boca y nariz) o su fluido conjuntivo (ojos). Las partículas también pueden quedar activas en suspensión en el aire o bien depositadas en las superficies.
Para prevenir la propagación, el personal debe ser formado en métodos para evitar el contacto con superficies de riesgo, debe evitar el contacto con otros individuos manteniendo una distancia de seguridad, deben utilizar máscara buco nasal con protección FFP2 y debe desinfectarse las manos varias veces al día. La desinfección de las manos fundamentalmente se realiza para evitar que partículas infectadas que puedan depositarse en las manos, lleguen a contaminar mucosas o fluido conjuntivo cuando el individuo se toque los ojos, nariz o boca.
Además de laos métodos de protección personales, la organización debe diseñar protocolos de limpieza y desinfección de superficies. Estos protocolos deben ser diseñados por técnicos con conocimientos de seguridad biológica y deben tener por objeto las superficies susceptibles de ser contaminadas por el virus.
Estos protocolos de desinfección deben ser conocidos por todo el equipo humano de la empresa y deben ser llevados a cabo de manera sistemática y estricta.
Incrementar la automatización de procesos de mantenimiento.
La producción puede ser incrementada, pero una de las prioridades clave para los fabricantes será cómo implementar medidas de protección de su equipo humano mientras la operatividad se mantiene el máximo período de tiempo posible.
Desgraciadamente, no todas las medidas para limitar la exposición al virus pueden llevarse a cabo en las instalaciones actuales. En muchos casos son instalaciones que no han sido concebidas para facilitar el control biológico (dimensiones, diseño o tipos de superficie inadecuados).
Los fabricantes tienen algunas opciones de gestión de la situación. Se puede intentar reducir la concentración de personal en las instalaciones implementando modificaciones de turnos y horarios, capacitando a las personas para conseguir que sean polifuncionales o al menos parcialmente polifuncionales. Un ejemplo de ello podría ser que el técnico haga directamente los pedidos de recambios, evitando la necesidad de un administrativo de almacén.
No obstante, estas opciones suelen ser poco consistentes porque tienden a generar cuellos de botella y errores de ejecución. Es por ello que, para evitar estas situaciones, los fabricantes pueden optar por llevar a cabo una automatización de las tareas de mantenimiento.
Algunas medidas de automatización del mantenimiento son las siguientes:
- Vigilancia remota: Algunos aspectos del mantenimiento de fábrica pueden ser controlados de manera remota evitando exposiciones innecesarias. Fundamentalmente esta vigilancia hace referencia a instalaciones de suministro (electricidad, vapor, gas, aire comprimido, tratamientos de agua) y protección (CCTV, contra-incendios, anti-intrusión). Difícilmente se puede llevarse a cabo vigilancia remota en instalaciones productivas.
- GMAO móvil: Con un GMAO móvil la unidad de mantenimiento puede comunicarse rápidamente, compartir información y recibir ayuda de un equipo de soporte técnico remoto cuando la ocasión lo requiere.
- Flujo de trabajo gestionado por GMAO: Si el plan de mantenimiento ya está diseñado, el flujo de trabajo no debería requerir de coordinación, el mismo GMAO debería definir el flujo de trabajo e indicar los requerimientos de materiales y recambios para optimizar la asignación de tareas y minimizar el equipo de trabajo necesario.
Rediseñar la estrategia de mantenimiento.
Los activos de producción críticos deben ser protegidos contra los fallos y los paros. Actualmente, los fabricantes que ya habían implementado estrategias de mantenimiento predictivo y de mantenimiento basado en condición, disponen de una ventaja significativa. Esto es así porque los fabricantes que no han implementado estas estrategias requieren la presencia física del personal de mantenimiento mientras que los primeros pueden definir el equipo necesario en base a las métricas pre-establecidas.
Por otro lado, en un momento en el que la producción debe incrementarse, también es necesario incrementar la frecuencia de las tareas mantenimiento preventivo. Si esto no se lleva a cabo, probablemente el mantenimiento correctivo ganará terreno y la disponibilidad de los equipos productivos sufrirá las consecuencias.
Adoptar estrategias LEAN para la gestión del mantenimiento.
Las cadenas de suministro globales, actualmente están en una situación precaria, por lo que los fabricantes deben ser creativos para gestionar el almacenaje de las materias primas, recambios y suministros que necesitan.
Mientras otras industrias deben suspender las entregas de recambios por los paros de producción, los fabricantes que ven incrementada su producción requerirán mantener una comunicación fluida con proveedores para confirmar disponibilidades y el estado de los pedidos lanzados. En estos casos es aconsejable:
- Invertir en un remanente de almacenaje de recambios que garantice la disponibilidad de los equipos productivos.
- Buscar proveedores alternativos a nivel local considerando el precio como un factor secundario y priorizando el servicio de suministro.
- Redefinir los recambios críticos para el mantenimiento preventivo y correctivo.
En esta situación extraordinaria, los fabricantes que ven su producción incrementada deben ser flexibles y deben estar dispuestos a probar nuevas maneras de hacer. Pensar “fuera de la caja” los colocará en una mejor posición para adaptarse a los acontecimientos siempre considerando dos focos fundamentales: Optimizar el mantenimiento y Velar por la seguridad del equipo humano.