Aunque existen diferentes tipologías de instalaciones de climatización para cubrir la totalidad de requisitos y necesidades de nuestros edificios, en este artículo nos vamos a centrar en uno de los formatos más frecuentes: Instalaciones mediante una producción de frio y/o calor mediante unidades terminales tipo fancoil.
La base de estas instalaciones está formada por:
- Unidad de producción de frio y/o calor: Esta unidad es la encargada de producir el agua fría y/o caliente (enfriadora, caldera o bomba de calor), equipos que producirán la potencia requerida a la carga de nuestro edificio.
- Sistemas de bombeo: Mediante bombas transportamos el agua a las unidades terminales.
- Sistemas de almacenamiento: Con el uso depósitos disponemos del agua enfriada o calentada para su posterior distribución.
- Sistemas de regulación: Mediante sistemas de control gestionamos el funcionamiento de nuestra instalación (horarios, puntos de consigna, etc).
- Tuberías de distribución: A través de ellas circula el agua refrigerada o calentada a los diferentes elementos y unidades terminales
- Unidades terminales: Estas unidades están formadas por una batería, una válvula de paso motorizada (de dos o tres vías) y una unidad de ventilación que debido al paso de aire por su batería nos transmitirá calor o frio a la estancia a climatizar. Un termostato comandará y regulará la válvula motorizada para regular la demanda de frio o calor de la estancia. Existen en el mercado gran diversidad de equipos que hacen nuestra instalación sumamente versátil (unidades de tratamiento de aire, fancoils de techo, de suelo, de falso techo, de cassette, de conductos, etc).
Selección de sistema 2 ó 4 tubos:
En edificios en los que se dispone de zonas comunes e individuales, como pueda ser un hotel o un edificios de oficinas, cobra vital importancia la correcta selección de estos sistemas en un origen debido a que la diferente orientación de las fachadas de nuestro edificio puede crear la necesidad de una demanda de frío y de calor al mismo tiempo en las diferentes estancias en épocas intermedias (primavera-otoño). En en estos casos es indispensable poder disponer de un sistema a cuatro tubos que nos permita seleccionar la opción necesaria en cada estancia. Para ello, deberemos de disponer de un sistema de producción de frío y calor simultáneo (habitualmente una caldera asociada a una enfriadora).
En los sistemas a 4 tubos convivirán, en diferentes temporadas del año, la producción de frío y calor que llegará a las diferentes unidades terminales y áreas de nuestro edificio. Mediante un fancoil provisto de dos baterías, una de frío y otra de calor, el usuario final podrá seleccionar en todo momento la necesidad de demanda, refrigeración o calefacción para cualquiera de sus estancias.
¿Adaptación de un sistema de 2 tubos a uno de 4 tubos?
Si nuestra instalación originalmente fue diseñada con un sistema de 2 tubos y en la actualidad nuestros requisitos han cambiado y necesitamos disponer de un sistema más flexible ¿qué podemos hacer? En próximos artículos explicaremos cómo adecuar nuestras instalaciones de forma económica y exhaustiva a las necesidades de nuestro edificio.
Autor: Tomás Nogueira.